Cada tipo de piel necesita seguir su propia rutina de cuidado y unos buenos hábitos. Tanto la piel normal como la grasa y la seca precisan una atención especial para mantenerlas en buen estado. En el caso de la piel seca, por ejemplo, que se debe a la falta de agua o de lípidos, hay que restaurar la película hidrolipídica y protegerla de agentes agresores externos.
La exfoliación es un paso crucial en la rutina para pieles secas. A priori puedes pensar que empeorará la sequedad de la piel y aumentará la irritación, pero en realidad es todo lo contrario: si utilizamos los cosméticos adecuados y seguimos unos buenos hábitos, con la exfoliación podrás mejorar aún más tu rutina diaria para piel seca.